Con el paso del tiempo la tela o lona que protege del sol, se va desgastando, perdiendo su color e intensidad original e incluso puede que se rasgue la tela y rompa parte del voladizo… Todo ello debido a la intemperíe, la lluvia, el viento, el sol y las aves o pájaros que se posen en la capota.
Esto es lo que le pasaba a esta clienta de la calle Los Nardos, en la zona de Los Castillos de Alcorcón, ya que tenía sus antiguas capotas en un mal estado y quería sustituir su antigua lona por una nueva.
Como se puede ver en las fotos de este trabajo, las nuevas lonas se han adaptado perfectamente a la estructura original de la capota y ya lucen magnificamente en la urbanización, protegiendo de la incidencia del sol y permitiendo que por las mañanas y la noche que se ventile sin problemas la vivienda.