Los toldos cofre son aquellos que disponen de una caja con forma de cofre, en el que el toldo se recoge cuando no está desplegado. Gracias a estos módulos, los cofres se cierran completamente, de un modo prácticamente hermético. Además, el diseño compacto de los cofres le da a los toldos de este tipo un aspecto elegante cuando están guardados.
Con el Toldo Cofre podemos llegar a cubrir una gran superficie, con una línea de hasta 6 metros y con salida máxima de hasta 1.20 metros, conseguiremos una protección solar cómoda y moderna.
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Este tipo de toldo posee numerosas ventajas, una de las principales es que al estar resguardados, permiten que se proteja la lona de las inclemencias meteorológicas o de la suciedad, lo que alarga la vida del toldo de un modo sustancial. Como beneficio adicional, con los toldos cofre también se evitan muchas de las tareas de mantenimiento que los toldos que no son cofre, requieren.
Existe también la posibilidad de toldos cofre dotados de sensores de viento y lluvia, unos dispositivos que permiten a los toldos detectar inclemencias meteorológicas y resguardarse por ellos mismos gracias a su motor integrado. Es decir, son toldos que se auto-protegen de un modo autónomo, sin que por tanto haya que preocuparse de recogerlos cuando arrecia el viento o la tormenta.
Todos los toldos cofre pueden ser escogidos en una gran variedad de colores. Tanto los brazos como el propio cofre pueden ser del mismo color para conseguir una unidad estética, y ambos pueden combinarse a su vez con el color de la fachada para una integración armónica. Por último nos ofrece una larga durabilidad, siendo la mejor elección por su combinación de estética y practicidad.